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- Los 13 días extra para pescar indignan a la flota menorquina: «Llega tarde y favorece a los de siempre»
Los trece días ‘extra’ que el Gobierno central ha conseguido para antes de que termine 2025, en virtud de una concesión por parte de la UE, para la flota de arrastre que faena en el Mediterráneo con el objeto de garantizar el suministro de pescado y marisco para estas Navidades, no convence en la Isla. No en vano, se interpreta que esta suerte de prebenda únicamente «favorece» a quiénes ya han agotado el plazo –por lo que han carecido de una mínima previsión–, además de que «no» soluciona nada, coinciden tanto desde la cofradía de pescadores de Maó como de Ciutadella.Seguir leyendo ... - Les ponsonyes entre Maó i Ciutadella
A principis del segle XX, quan mestre Joan Benejam va publicar l’obra de «Ciutadella Veia» va dedicar el capítol XIII, a les ponsonyes, que hi va haver entre Maó i Ciutadella, a resultes de la pèrdua de la capitalitat de Ciutadella.Seguir leyendo ... - Literatura de la memòria
Aquest pròxim dijous, dia 4 de desembre, acollits per l’Ateneu de Maó, presentarem a la seva sala d’actes el llibre «Maó, quan érem infants i joves». Aquest volum forma part d’una idea més ambiciosa, que reunirà en sis toms seixanta relats personals de persones de tots els municipis de Menorca. Ja han aparegut els de Ciutadella i d’Alaior, per tant, arribam amb aquest a l’equador del projecte. Les persones que escriuen tenen aproximadament entre seixanta-cinc i vuitanta anys, o sigui, són aquelles que van néixer entre 1945 i 1960. En conseqüència, que van viure la infantesa i adolescència entre 1950 i 1975.Seguir leyendo ... - De Franco a la Constitución
Ya lo apunté la semana pasada. Recordar aquel 20 de noviembre de 1975 es, todavía hoy, como revivir un instante en que toda España contuvo la respiración. La muerte de Franco no fue solo el fin de una época: fue el cierre de casi cuarenta años de una historia marcada por la uniformidad y el control absoluto del poder. Madrid amaneció fría y silenciosa, y en los pasillos del hospital de La Paz, donde se seguía el estado del general, los pasos eran medidos, casi temerosos de alterar el destino de una nación. La noticia, cuando finalmente se confirmó, corrió como un pulso acelerado por ministerios, hogares y cafés, mientras el príncipe Juan Carlos se preparaba para asumir la Jefatura del Estado.En ese momento crítico, la figura de Torcuato Fernández-Miranda adquirió una relevancia fundamental, aunque discreta. Consejero, mentor y arquitecto silencioso de la transición, su experiencia como presidente del Consejo del Reino y de las Cortes se convirtió en un soporte estratégico para un joven monarca
