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- Un operario resulta herido grave al caer desde tres metros en el Polígono de Ciutadella
Un operario ha resultado herido grave este miércoles al mediodía cuando trabajaba en el exterior de una nave industrial en el Polígono de Ciutadella, en la calle Bisuters. El hombre, de 31 años de edad, se precipitó desde una altura de unos tres metros cuando se encontraba subido en una escalera. Por causas que investiga la Policía Nacional, el hombre perdió el equilibrio y se desplomó hasta el suelo mientras se hallaba enfrascado en la instalación de unas cámaras de vigilancia. El médico del 061 que le atendió en primera instancia, junto a los técnicos sanitarios de una ambulancia de soporte vital avanzado, ha apreciado una posible fractura del fémur, entre otras contusiones producto de la caída. Se le ha administrado analgesia y ha quedado inmovilizado para su inmediato trasladó al Hospital Juaneda Ciutadella, donde ha ingresado en Urgencias y se le practican nuevas pruebas que descarten otras lesiones. - La gestora de Milà reclama por vía judicial más de 4 millones al Consorci de Residus
El Consorci de Residus i Energia se enfrenta a una reclamación de más de cuatro millones de euros por parte de la gestora del Área de Residuos de Milà, la UTE formada por PreZero y Adalmo, que ya acumula cuatro contenciosos -uno de ellos con sentencia a favor de la concesionaria- contra el ente público mancomunado entre el Consell insular y los ocho ayuntamientos de la Isla. Las reclamaciones se han venido produciendo desde el mismo momento en que la UTE Es Milà se hizo cargo del servicio en el año 2015 hasta el año pasado. El más reciente de los contenciosos llama la atención. La UTE reclama 1.081.000 euros por las toneladas de restos de subproducto animal (sandach) que ha dejado de ingresar en el Área de Gestión de Residuos por la decisión primero del Ayuntamiento de Ciutadella y después de la cooperativa Verge del Toro, entidad que gestiona el matadero de Maó, de dejar de enviar a Milà los restos no peligrosos de animales. La reclamación se refiere a los ingresos que han dejado de percibir p - El Consell de Menorca destina 815.000 euros a ayudas de emergencia social
El Consell de Menorca ha aprobado los convenios de colaboración con los ocho ayuntamientos de la Isla para la tramitación y la concesión de las ayudas económicas individuales, temporales y de emergencia social que financia la institución insular y que este año suman un total de 815.000 euros. El importe se distribuye en dos líneas. De ese total, 730.000 euros se destinarán a cubrir las ayudas individuales y de emergencia social y los 85.000 euros restantes se dedicarán a ayudas a comedores de actividades de verano para menores en situación de vulnerabilidad social. Estas ayudas se repartirán entre los ocho municipios de la Isla según el número de habitantes empadronados, el número de personas mayores de 65 años y menores de 14 y el número de parados de larga duración. Recuerdan desde el Consell que las subvenciones son para paliar situaciones de emergencia social y necesidades de subsistencia como la alimentación, la vestimenta, el alojamiento, el apoyo familiar y la inserción social. De he - La velella invade el embarcadero de Cala Galdana
La velella ha hecho acto de presencia durante estas últimas semanas en varias calas de Menorca, entre ellas, Es Grau, La Vall, Cala Galdana, Calescoves, y muchas otras playas de la Isla que se han visto inundadas por esta marea púrpura y por su intenso olor que desprende. Los últimos días una de las zonas más afectadas por la velella es Cala Galdana, donde la corriente las ha llevado hasta la playa y también han invadido el embarcadero del ‘riu’, como se observa en la imagen que acompaña estas líneas. La llegada en el litoral menorquín de la velella, o también conocida como medusa velero, es frecuente en primavera. La velella es un invertebrado que desprende a través de sus tentáculos una sustancia urticante, pero que no afecta a los humanos. - Estados Unidos paraliza el envío de 3.500 bombas a Israel: «Luz roja a Netanyahu para entrar en Rafah»
El Gobierno de Estados Unidos ha paralizado hace unos días el envío de 3.500 bombas a Israel ante el temor a que puedan ser utilizadas durante la ofensiva militar a gran escala en la ciudad gazatí de Rafah, una operación a la que se ha opuesto públicamente la Administración de Joe Biden. Washington ordenó la semana pasada esta suspensión, que afecta a 1.800 bombas de unos 900 kilos y otras 1.700 más ligeras, de alrededor de 226 kilos. Al Gobierno norteamericano le preocupa especialmente la utilización de los artefactos más pesados y «el impacto que podrían tener en núcleos urbanos con gran densidad» de población, como ha explicado un portavoz del Ejecutivo a distintos medios de referencia, entre ellos Washington Post, BBC y CNN. El periodista catalán experto en Oriente Medio, Joan Roura, ha considerado a su vez «que Washington haga pública la suspensión de entrega de munición a Israel, más que importancia militar es una forma de mostrar que le encienden la luz roja a Netanyahu para entrar