Portada del periodico La Nueva Crónica:
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Noticias
  • Fallece atropellada una mujer de 84 años en Fuentesnuevas
    Una mujer de 84 años falleció en la mañana de este sábado al ser atropellada por un vehículo en la avenida Antonio Cortés, en la pedanía ponferradina de Fuentesnuevas. El suceso ocurrió alrededor de las 9:35 horas de la mañana, cuando vecinos de la zona alertaron a Emergencias de que había una mujer inconsciente en la calzada tras sufrir un atropello. Inmediatamente, acudieron al lugar efectivos de la Policía Municipal y Nacional y una UVI móvil, pero el personal sanitario desplazado sólo pudo confirmar el fallecimiento. El punto exacto del accidente fue el final de la avenida Antonio Cortés hacia la avenida Galicia, justo antes del cruce hacia la calle Donantes de Sangre, frente a la Farmacia de Fuentesnuevas. La mujer, que residía en la zona, se hallaba en el paso de peatones cuando sufrió el impacto, el cual desprendió numerosas piezas del turismo, un Seat Ibiza rojo, que fueron recogidas posteriormente por el Servicio de Limpieza del Ayuntamiento.
  • Los personajes del tío Ful: Laura de Sahelices, panadera de mañana, 'mastinera' de tarde
    Tenemos que aprovechar una parada en su reparto, entre Colle y Felechas, para la entrevista pues Laura es una de esas mujeres "a las que no nos da la vida"; y cambia un rato de conversación con algún cliente —"que eso va en el sueldo de las panaderas"— por unos minutos con nosotros, que luego se alargan, porque tiene mucho que contar. - ¿Cómo es que no te da la vida? - Te cuento. Soy panadera, digamos que por la mañana pues es cuando reparto; criadora de mastines, sobre todo por la tarde; algún rato hay que dedicarle a las cosas de Sahelices de Sabero pues soy la presidenta y, cuando toca, abro la casa del pueblo que también soy secretaria de la asociación que decidió recuperarla para que tuviéramos un sitio donde reunirnos, que es fundamental en un pueblo. Y todas estas ocupaciones podríamos decir que tienen un denominador común, que podríamos llamar la llamada de la sangre. "Nada más que hice 18 años me incorporé a la panadería del abuelo, Panadería Muñiz, en Olleros y ahí sigo, feliz, m
  • Perfect Days
    Tengo algunas imágenes todavía muy frescas en la retina, y unas pocas sensaciones como recién nacidas o como recién recuperadas. Tengo también uno o dos pensamientos a punto de germinar, pero que todavía no comprendo del todo. Tal vez por eso escribo esta columna, para perseguirlos. Entre esas imágenes hay sombras que danzan antes de que llegue el sueño, y un hombre que coge con cuidado un brote de árbol y lo planta en un pequeño tiesto en su casa. Si cierro los ojos, aparece también un río atravesado por las luces nocturnas de una ciudad, y un hombre junto a sus orillas que le dice a otro, al hombre que recogió el brote de árbol, que al final morimos sin saber nada. No estoy de acuerdo con ese hombre y a la vez creo que tiene toda la razón. En la noche de ayer terminé de ver 'Perfect Days', de Wim Wenders, y todavía tengo la película dentro. Hay fotogramas que se proyectan en la pantalla de mi cerebro con la insistencia de lo que quiere ser descifrado. Y sin embargo lo mejor que tiene la pelíc
  • La culebrina
    Allí estaba ella, sinuosa, expectante, desinhibida y ofrecida, aunque con más discreción que aquella descarada listilla , que con sus promesas engañosas, malogró la paz de los primeros arrendatarios del Paraíso. Porque por mucho que digan que Eva fue la tentadora, el fatal desenlace no se habría perpetrado sin la indecorosa presencia de aquella serpientona metomentodo. Pero mi serpientina, la que yo vi en las inmediaciones del Bernesga a su paso por León, se había situado en un lugar estratégico. Aparentemente oculta, pero dispuesta a reinar enseñoreándose en plena escalera, las que dan acceso, a la altura de la bolera, al paseo que pespuntea la orilla del río Bernesga. Era, según deduje por la imágenes que me sirvió Google, comparando pieles y tamaños, una culebra de escalera. Aunque la pobre, en su abandono silencioso, no aparecía muy lúcida al no exhibir colores vistosos a competir con el despampanante sol de mediodía. Tampoco parecía muy pudorosa, mira que estar ahí tan repanchingada, si
  • Los Mayos
    Rompen a soñar las calas y los tulipanes en mayo y al chico con zarzas en el pelo se lo lleva la policía. Debe protestar ahora, más allá de credos y normas. Ya llegará el momento donde se pudra su juventud y se agoten los cantos, y prevalezca, sobre la incandescencia del día exultante, el letargo, la raíz negra, la decrepitud: aquello que amansa, sofoca y envilece.